Ejercer la autocompasión
Imagen: América Digital
Escrito por: Dinelsa Morales, Ph.D, TFC, becaria de RSU
Para: Hispanic Family Counseling Inc. Boletín Edición Enero 2023
¿Has escuchado esa voz interior que invoca tus miedos y tus incapacidades? Pensamos que a veces es normal que nos critiquemos o menospreciemos en momentos en los que experimentamos angustia. Esas palabras "qué tonto eres", "no sabes hacer nada bien", se han convertido en nuestra conversación interna diaria. La sociedad nos empuja a buscar la perfección; lo cual es poco realista porque no existe tal perfección. Pero, es lo que hemos normalizado, tratarnos como menos sin remordimientos.
Por lo tanto, debemos estar muy atentos a estos comportamientos destructivos que sólo nos llevan al precipicio. ¿Por qué nos resulta tan difícil tener un poco de compasión? es que esto significa caminar contra corriente. Como todo comportamiento positivo no es una norma en el cerebro humano, no surge de forma innata, es algo que requiere trabajo. Nos resulta más fácil ser atentos y compasivos con los demás que con nosotros mismos.
La autocompasión es un ejercicio de autocuidado, para ello tienes que ser consciente de ti mismo y de lo que experimentas. Además, requiere una práctica continua. Ser capaz de reflexionar sobre lo que sentimos, evaluar la realidad y declarar una palabra positiva es un trabajo duro, pero no imposible.
Puedo compartir contigo algunos ejercicios que he puesto en práctica en mi faceta personal y que me han sido de gran ayuda en aquellos momentos en los que me he enfrentado a situaciones angustiosas:
Háblame como si fuera mi mejor amigo: esto te permite ofrecerte apoyo moral y emocional. Piensa en las mejores palabras que le dirías a un ser querido que se encuentra en la misma situación que tú. Véase a sí mismo como ese ser querido y amado al que siempre desea lo mejor.
Mi frase de amor: elige la mejor frase que puedas mencionar cada mañana. Tómate un momento frente al espejo para respirar y expresarte ese mensaje positivo. Repítelo cuando conduzcas, cuando te dé el sol o cuando lo necesites.
Ducha de autocompasión: Elige un momento de la semana en el que tengas tiempo para pensar y analizar. Evalúa cómo has pasado la semana y reflexiona sobre ti mismo y sobre la gestión de tus experiencias. Desarrolla una conversación positiva sobre cómo valoras tenerte @ y acompañarte en tus momentos más difíciles. Haz una película mental de tus cambios positivos y de tu crecimiento como persona.
Todo ser humano tiene los mejores recursos para afrontar la vida de forma sana. No seas tan duro contigo mismo. Practica la autocompasión y sigue en el camino de vivir mejor cada día de tu vida.