El 20 de septiembre de 2017, un huracán de categoría 4 llamada "María" golpeó República Dominicana, Bahamas, Islas Turcas y Caicos, Estados Unidos, entre otros. Tres meses después de la tormenta, las infraestructuras de Puerto Rico siguen destrozadas y el número de muertos sigue aumentando. Prácticamente no queda nada en pie. Hay ropa, zapatos y electrodomésticos esparcidos donde antes había casas.La red eléctrica estaba en tan mal estado que tras la tormenta cientos de miles de personas no tienen electricidad, y se prevé un largo periodo de recuperación. Muchas personas no tienen acceso a agua corriente limpia, decenas de ellas recogen agua de manantiales abiertos y laderas de las montañas. Hay escasez de gasolina, medicinas y suministros médicos en toda la isla. El huracán ha puesto aún más de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta esta isla.

El 13 de diciembre, nuestro Fundador y Presidente con un equipo de HFC voló a Puerto Rico para ayudar a los ciudadanos de la isla que están en extrema necesidad. Dos maletas estaban llenas de donaciones para la gente de la isla. Entre las actividades que hicieron: fueron a la "Perla de Gran Precio" para hablar con mujeres que han sufrido violencia doméstica, visitaron a "Gran Joshua", que es un hogar de acogida para niños, ofrecieron consejería en la iglesia, fueron a "Antonio Rivera Rivera" para hablar con niños y dar donaciones. También, sostuvieron varias reuniones, con el mayor de "La Baja", mayor de "Naranjito" y con "FEMMA" de Puerto Rico. Las palabras de nuestro Director Ejecutivo fueron: "Fue muy emotivo y sobrecogedor ser testigo de lo desesperados y necesitados que están los puertorriqueños". Además, añadió que le gustaría organizar otro viaje misionero en los próximos meses.